ROSALES FUERTES, HERMOSOS Y CON MUCHA FRAGANCIA: CONSEJOS BÁSICOS.
¿Porqué mis rosales estaban mejor en el Garden que en mi jardín?
A los rosales les gusta los lugares soleados, sin corrientes de aire y bien ventilados. Los lugares sombríos favorecen la aparición de hongos ya que las hojas no se secan con rapidez.
Los mejores suelos para su cultivo son aquellos arenosos/arcillosos y ricos en humus.
¿Qué fertilizante es el más apropiado?
Para que los rosales crezcan y florezcan con fuerza es necesario aportarles nutrientes con cierta frecuencia. Las temporadas de fertilización son marzo-abril, cuando salen las primeras yemas, y en junio-julio, antes de que florezcan. Lo mejor sería abonarlo con productos ecológicos específicos para rosales o aportando estiércol de caballo.
Enfermedades y parásitos más frecuentes en los rosales
Frecuentemente los rosales, se ven afectados por la roya, la mancha negra o el oidio. Para evitar estos ataques, a partir de la primavera hay que fortalecer los rosales mediante tratamientos regulares con fungicidas de amplio espectro, como el Purín de Cola de Caballo, excelente fitofortificante y fungicida ecológico. Rocíe sus rosales con la Cola de Caballo cuando comience a tener los primeros brotes.
Contra los pulgones, esos pequeños insectos chupadores que pueden ser de color negro, naranja, o verdes, y que se alimentan sobre todo de los brotes más tiernos, podemos utilizar productos ecológicos como Repelente Pulgón con extracto de ajo o Jabón Potásico.
Podas de los rosales
Lo mejor es hacerlo a finales de febrero, y a unos 5 cms. por encima de una yema. El corte ha de hacerse oblícuo para que el agua de lluvia pueda correr y no humedecer en exceso la rama. Hay que cortar las yemas débiles o envejecidas a ras de la rama, sin dejar muñones.
Las variedades que florecen 1 vez al año no requieren poda, en cambio las que lo hacen varias veces al año solo requieren ser aligeradas en primavera.
Especificidades de poda de los rosales trepadores:
soltar las ramas atadas y podarlas. Las variedades que solo florecen una vez al año deberán podarse inmediatamente después de la floración. Podar las viejas ramas laterales dejando entre dos y tres yemas. En las variedades que florecen varias veces al año, cortar las ramas laterales nuevas.
Rosales de jardín:
acortar las ramas dejando entre 2 y 5 yemas. Las menos frondosas hay que podarlas más intensamente, ya que una buena poda estimula la creación de nuevas yemas.
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